Terapia de frío y calor, ¿cuándo usar una y cuándo la otra?


Aplicar frío o calor puede proporcionar un alivio para el dolor por lesiones y dolores musculares y crónicos, pero no se deben usar indistintamente.

La mayoría de las personas no saben muy bien cuándo se debe aplicar frío o cuando se debe aplicar calor para aliviar el dolor.
Por lo general, el frío alivia el dolor después de una reciente lesión, mientras que el calor ayuda a calmar los dolores musculares y los dolores en curso.
A continuación le explicaremos cuando utilizar cada terapia y cómo funcionan para aliviar el dolor en cada caso.
El fío trata las lesiones ya que estrecha los vasos sanguíneos, lo que ayuda a evitar que la sangre se acumule en el lugar de la lesión y provoque inflamación e hinchazón. Para evitar que la sangre se acumule en la zona también es útil elevar la zona de la lesión.
Un buen consejo en caso de una lesión es reposo, frío, compresión y elevación. En general, se debe aplicar frío en la zona de la lesión de 48 a 72 horas para reducir el daño tisular secundario y aliviar el dolor.
Se debe aplicar hielo durante unos 20 minutos cada hora hora. No aplique hielo directamente sobre la piel ya que podría dañarla, debe utilizar el hielo envuelto en un paño o toalla y aplicarlo sobre la zona de la lesión haciendo presión para reducir al mínimo la hinchazón.
El calor actúa aliviando los dolores musculares y los dolores en general. La aplicación de calor sobre la zona con dolor ayudará a que la sangre fluya en la zona, lo que promueve la curación y alivia el dolor al tiempo que aumenta la flexibilidad. A medida que aumenta el flujo sanguíneo, también aumenta el flujo de oxígeno y los nutrientes en la zona.