Lo que no sabías sobre tu propio cuerpo: Lo desconocido está en tu interior



Al mismo tiempo que invierte enormes cantidades de dinero, tiempo y trabajo en la exploración de los confines del universo con sondas espaciales, o se adentra en las maravillas microscópicas de la realidad con sofisticadísimos instrumentos de laboratorio, el humano suele desconocer u olvidar aquello que tiene más cerca: su propio cuerpo.

Un niño de escuela primaria de cualquier parte del mundo puede enumerar países y capitales, ríos de lugares remotos o el nombre de estrellas distantes, pero pocos conocen los misterios más básicos de su organismo. Esta es una lista que presenta alguno de los datos más sorprendentes de nuestro cuerpo.





Desde su nacimiento hasta los 70 años el humano pierde aproximadamente 50 kilogramos de piel.



El cuerpo humano contiene más de 96.500 kilómetros de vasos sanguíneos, algo suficiente para envolver la Tierra dos veces. Además, por cada nuevo kilogramo de grasa o músculo, el cuerpo crea 10 kilómetros de nuevos vasos sanguíneos.



Dentro del ombligo humano hay miles de bacterias que forman un ecosistema tan variado como una selva tropical. 



En 30 minutos el cuerpo humano produce la cantidad de calor suficiente para hacer hervir cuatro litros de agua.

Los huesos humanos son tan fuertes como el granito. Un pedazo de hueso del tamaño de una caja de fósforos puede soportar hasta nueve toneladas de peso. 

Si el cerebro humano fuera un ordenador, podría realizar 38.000 billones de operaciones por segundo. La supercomputadora más potente del mundo, BlueGene, puede realizar sólo el 0,002% de esa cifra.

El ADN humano es un 50% idéntico al ADN del plátano.

Las conexiones entre neuronas de nuestro cerebro se asemejan a la estructura del universo. 

Los seres humanos somos bioluminiscentes: brillamos en la oscuridad. No obstante, la luz que generamos es mil veces más débil de la que nuestros ojos pueden ver.